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Diez años de Shipit: tres fundadores, tres caminos y lecciones para tu ecommerce

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El aniversario número 10 de Shipit no fue solo un hito para la empresa, también se convirtió en un punto de encuentro para fundadores de ecommerce que pudieron escuchar de primera fuente la experiencia de tres marcas que han crecido junto a la plataforma.

En el escenario, María José Soza, fundadora de De Marie, Alexander Vera, cofundador de Fisiobiss, y José Ignacio Vásquez, cofundador de Gnomo. Entre el público decenas de fundadores que están empezando su recorrido. El ambiente ideal para compartir aprendizajes y contrastar el desafío diario que significa conectar con cada cliente.  

María José Soza – De Marie: pasión y resiliencia

Para María José, la ropa interior femenina no es solo un producto: es un motor. “Algunas clientas me han dicho ‘me cambiaste la vida’, y eso te motiva a hacerlo mejor”. Durante la pandemia vivió un boom en ventas, pero cuando esa ola bajó, apostó por abrir tiendas físicas.

En el camino enfrentó la copia literal de su marca, desde la ropa hasta el logo. “La primera vez me quería morir, pero después decidí confiar en lo que había construido y seguir persistiendo”. Esa experiencia le enseñó que, cuando aparece la copia, lo peor que puede hacer un emprendedor es paralizarse o perder energía en la frustración. En lugar de eso, se puede transformar en un recordatorio de que la marca está creciendo y generando impacto.

¿Qué hacer entonces? Una opción es adelantarse y proteger legalmente lo más valioso: registrar la marca, el logo y los diseños. Otra, reforzar el vínculo con los clientes: la autenticidad, la experiencia y la comunidad alrededor de un negocio no se pueden duplicar tan fácilmente. Y por último, enfocarse en innovar y evolucionar constantemente, de modo que las copias siempre lleguen tarde.

Alexander Vera – Fisiobiss: escuchar para encontrar el verdadero mercado

El proyecto de Alexander e Isaias, su cofounder, basado en hongos adaptógenos, empezó como un producto enfocado en deportistas. Hasta que Alexander decidió llamar a sus clientes y descubrió que también lo usaban niños, adultos mayores y familias enteras. Ese hallazgo lo llevó a replantear la forma en que se comunicaban: “si tus clientes tienen un perfil distinto, tu marca debe responder a eso”.

La recurrencia es clave en su negocio y el producto, por su calidad, logra que cada vez que se termina los clientes vuelvan por más. Pero entendió que no basta con confiar solo en el producto. Por eso han puesto un foco fuerte en tres frentes: las conversaciones uno a uno por WhatsApp, una experiencia de compra cuidada y la generación constante de contenido.

La lección detrás es clara: escuchar al cliente cambia el rumbo de un negocio. Llamar, preguntar y estar atento a cómo usan el producto permite descubrir oportunidades que un plan de marketing inicial jamás habría anticipado. Otra estrategia es ampliar la propuesta sin perder foco, es decir, adaptar la comunicación para distintos perfiles, pero manteniendo la esencia de la marca. Y finalmente, hacer del contenido un puente: educar, informar y generar comunidad alrededor de lo que venden, para que la relación con el cliente no termine en la transacción, sino que se fortalezca con cada interacción.

José Ignacio Vásquez – Gnomo: de lo digital a la omnicanalidad

Empezó vendiendo ropa para financiar unas vacaciones, pero con el tiempo, y tras encontrar a los socios correctos, logró darle más profundidad al proyecto. Eso significó dejar de ser solo una tienda de ropa y transformarse en una marca conectada con un estilo de vida outdoor, ligado a la naturaleza.

Aunque partieron en el mundo online, pronto entendieron que la omnicanalidad era un paso natural. “Fuimos los primeros en mostrar videos de todos los productos en el ecommerce, pero no es lo mismo que la experiencia física. Una buena opción es empezar online y luego probar con una concept store”, recomienda.

Su experiencia refleja un aprendizaje valioso para cualquier emprendedor: comenzar simple y probar rápido, pero con la mirada puesta en construir algo con identidad propia. Una segunda lección es entender que el canal es parte de la experiencia: vender online permite llegar lejos, pero una tienda física o un espacio propio puede reforzar la conexión emocional con la marca. Y finalmente, atreverse a experimentar con formatos distintos, desde videos en el ecommerce hasta una concept store, es lo que permite ir más allá de la venta y crear comunidad en torno al producto.

Lo que puedes aplicar en tu ecommerce

Más allá de sus diferencias, los tres coincidieron en principios que cualquier fundador puede poner en práctica:

  1. Escucha activa: hablar directamente con tus clientes puede derribar suposiciones y abrir oportunidades.

  2. Construye sobre tu identidad: la copia es inevitable; lo que te sostiene es la confianza en lo que has creado.

  3. Cuida la experiencia completa: no se trata solo del producto, sino de cómo lo entregas y cómo sigues en contacto.

  4. Piensa en etapas: empieza con un modelo más liviano (como el online) y evoluciona hacia formatos físicos o mixtos cuando sea el momento.

  5. Mantén un propósito claro: un concepto que atraviese tus productos y tu comunicación genera comunidad y lealtad.

En sus diez años, Shipit ha visto de cerca cómo marcas como De Marie, Fisiobiss y Gnommo crecen, se reinventan y se adaptan. Y si algo quedó claro en este aniversario, es que el ecommerce exitoso no se construye solo con ventas: se construye con visión, escucha y constancia.

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